/0/17462/coverbig.jpg?v=603ab44b18052ff145f7a519c4735183)
Cada vez que contemplo yo el sol, recuerdo uno de sus rayos que calentaba mis piés cuando era ni?a, y á cuyo reflejo luminoso se abria un peque?o mundo que yo abarcaba con dominio infantil.
Caia aquella ráfaga de dorada luz en un pobre y húmedo cuartito, cuyo pavimento era de yeso, resquebrajado en muchas partes.
Algunas hormigas salian de un
COPYRIGHT(©) 2022