/0/17462/coverbig.jpg?v=603ab44b18052ff145f7a519c4735183)
Hay una cosa, sin embargo, que preserva del dolor de carecer de los bienes que envidiamos en otros, y que evita el desaliento.
La vanidad.
Las personas muy vanas creen lo que poseen perfecto, seductor, inmejorable.
He visto hombres muy graves, hombres de mundo, hombres serios, atacados de esa feliz dolencia hasta un punto increible, y digo
COPYRIGHT(©) 2022