/0/17462/coverbig.jpg?v=603ab44b18052ff145f7a519c4735183)
Todos los que la vieron entrar tranquila, serena, risue?a, se quedaron admirados, porque todos sabian la ofensa que habia recibido, y casi todos se alegraban de ella.
Pero la que enrojeció de confusion, fué su amiga: habia pensado que el resentimiento alejaria para siempre de su lado á la que habia ofendido, y que no tendria que soportar el torm
COPYRIGHT(©) 2022