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Las voces se arremolinaban a mi alrededor, no pude distinguir de quienes se trababan, pero si escuchaba en fragmentos lo que decían.
-No voy a dejarla sola, ella me necesita
-Necesitas descansar muchacho, hazle caso a esta vieja.
-Perrito, ve a refrescarte, yo me quedare junto a ella.
-Mira que consuelo.
Luego de eso, todas las voces