Chapter 7 Capitulo VI: Adam

Mi boca se secó, unos ojos grises me escrutaban indiscretamente. Aunque no lo voy a negar, tenía una vista extremadamente buena.

Apoyado en la puerta, que supongo daba a las habitaciones, se encontraba un joven de pelo castaño casi rapado, que aparentaba de unos veinte años. Su torso desnudo dejaba apreciar su definido cuerpo y sus abundantes tatuajes. El grabado de estos, se extendían por todo su brazo izquierdo, hasta cubrir su pectoral. Un águila en la parte baja de su pecho, un tigre en el brazo derecho, no dejaba de ver aquel bello espectáculo, su cuerpo era un lienzo para aquellos grabados.

-Adam, compórtate con las visitas.- sin prestarle atención, se acercó hacia mí y se inclinó, sus ojos no se apartaban de los míos, la distancia entre nosotros era de apenas unos centímetros. Inesperadamente agarro uno de mis cachetes y lo pellizcó.

-Hey, Hola Mejillas.- dijo sonriendo, en sus ojos había un brillo que no podía explicar. Sentí como la sangre subía hacia mi rostro, ardía de la furia, ¿Quién se creía este maldito ? Con brusquedad saque su mano de mi cara y automáticamente me levante.

-¿Quién demonios te crees que eres? No vuelvas a tocarme o pateare tu trasero.- no parecía intimidado en lo absoluto, al contrario, la sonrisa que tenia se ensancho aún más, lo que me enfureció más.

-Tranquila chispita, solo bromeaba. Aunque creo, debes comportarte como niña.-Soltó con una cara pensativa. Oh por dios, lo detesto.

-Déjala ya, Adam. Ve a vestirte, nadie quiere verte.- dijo rose, tratando de calmar las cosas, ya me había olvidado que ella se encontraba también allí. Oh maldición, deje solo a Cam.

-Lo siento rose, fue un verdadero placer conocerte, pero debo volver, mi amigo me espera.-dije tratando de ser amable.

-Oh no, por favor no te vayas, ¿no quieres quedarte esta noche por lo menos a dormir?, tu amigo también puede venir. Sería realmente agradable tener aquí a una chica más.

Asentí, pero en realidad, no quería volver. Me dirigí hacia la puerta, quería salir de allí cuanto antes.

-Adiós querida, ¡vuelve!- se despidió rose con cariño, ni me moleste en regresarle el saludo, estaba muy enojada, muy.

¿Quién en el mundo puede decir esas clases de cosas? Que poco caballero, estúpido, lo odio. Menos mal que no voy a volver a verlo.

Mi subconsciente ladraba desde el fondo, diciendo que estaba realmente bueno, con ese cuerpo tallado por los dioses y esos tatuajes que contrastaban a la perfeccion con su piel. pero hice mi mayor esfuerzo por ignorarlo. Mi rabia y enojo era muchi más profunda que un cara bonita y mis alborotadas hormonas.

Nadie nunca me había hecho enojar de esa manera. Y me enfureció no saber si en realidad me dolía lo que el pensará. Mi ego estaba profundamente dañado y mi orgullo quería explotar como si de un volcan se tratara. ¿Estaba exagerando?

Sin darme cuenta, ya me encontraba a medio camino y no quería que Cameron me viera de esta manera. Necesitaba descargarme y sacar estos sentimientos encontrados que tenia, eran muchas sensaciones para vivir en tan solo un paseo.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022