Chapter 8 Capitulo VII: Chispita

Un pobre árbol recibió toda mi furia, patada tras patada, sin embargo, no lograba lo que quería.

Maldito idiota.

De repente y sin notarlo, unas manos se apoyaron en mis hombros, grandes y fuertes. El calor recorría mi cuerpo, automáticamente me tensé.

-Detente chispita, puedes lastimarte.- dijo a mi oído, obviamente lo reconocía, era el idiota por el cual estaba tan cabreada

Gire, soltándome de su agarre, para quedar cara a cara, o más bien, pecho contra cara.

Alcé mi vista y lo vi, su maldita sonrisa encendía algo en mi interior. Odio, era la mejor excusa.

-NO TE ATREVAS A TOCARME OTRA VEZ.- grité, haciendo énfasis en cada palabra, mientras empujaba su fornido pecho. Angustiosamente no lo moví ni un centímetro.

Soltó un suspiro, como cansado y tomo mi hombro nuevamente.

-No te preocupes, te acompaño porque Rose me lo pidió, no porque lo quiera. Anda, vamos a buscar a tu novio.- dijo mirándome seriamente.- ¿es gordito también? Pobre.

Un bufido salió de mi boca, realmente lo odiaba. Como no había caso, me resigne.

-Solo por favor, cállate y sígueme. Ni una sola palabra ¿Lo entendiste? –Aclare con la poca paciencia que me quedaba.

La mayor parte del camino fue realmente en paz, aunque no podía pasar por alto que un completo desconocido y realmente idiota me seguía.

De repente, todo el cansancio acumulado, hizo efecto en mí, me acerque a un árbol y me senté apoyándome en él.

En un árbol del frente el idiota hizo lo mismo.

Lo mire y me tome el tiempo para analizarlo, nuevamente. Llevaba unos pantalones militares, borsegos y una fina camiseta blanca arremangada, de la cual se podían ver retazos de sus tatuajes. Una sonrisa arrogante asomaba por sus labios. No, no, jodidamente, no. Me pesco mirándolo.

-Sé que soy realmente irresistible, No pidas permiso para mirar.- definitivamente lo odiaba, y más aun a mí por mirarlo de aquélla forma.

-Cállate, por favor.- implore, no lo soportaba.

-¿No eres muy sociable no?, por favor dime como hace tu novio para soportarte.- decidí seguirle el juego, si uno puede jugarlo ¿Por qué no dos?

-No es mi novio, es mi mejor amigo, ¿Por qué te interesa tanto?

-Oh, no me malinterpretes, no me interesa. Sé que no es tu novio, nadie en el mundo podría aguantarte, chispita.

Definitivamente lo asesinaría antes de llegar, levante mi mirada para confrontarlo, no iba a ganar tan fácilmente, y ahí sucedió.

Gris y ámbar fundidos entre sí, me perdía en sus ojos, ninguno podía apartar la mirada, no sé por qué, y tampoco lo quise averiguar.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022