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Cuando el padre y el Comendador se quedaron solos de nuevo, cerró éste la puerta é interrogó al padre en voz baja sobre lo que había oído á Do?a Blanca, sobre lo que había hablado con Clarita; pero nada sacó en limpio.
El P. Jacinto parecía otro del que antes era. Mostrábase preocupado; buscaba evasivas para no contestar á derechas: sus misterio