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La celda no tenía mucho que llamase la atención. Sobre la mesa ó bufete, que era de nogal, había recado de escribir, el Breviario y otros libros. Dos sillones de brazos, frente el uno del otro, con la mesa de por medio, y donde se sentaban nuestros interlocutores, eran de nogal igualmente. á más de los dos sillones, había cuatro sillas arrimadas á