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Un principio justo, desde el fondo de una cueva, puede más que un ejército.
Quien no sabe excusar y admirar, es ínfimo.
Cada cual se ha de poner, en la obra del mundo, a lo que tiene de más cerca, no porque lo suyo sea, por ser suyo, superior a lo ajeno y más fino o virtuoso, sino porque el influjo del hombre se ejerce mejor y más naturalment