El se?or de Monthélin, es necesario decirlo, viéndose desembarazado de su rival, el conde de Lerne, había recobrado poco a poco su antiguo papel de suspirante y amigo. Por aquel entonces, creyose ver seriamente alentado, y empezó a abrigar esperanzas que no creía ilegítimas, cuando un nuevo acontecimiento vino a trastornar sus manejos.
A más de